Los guerrilleros antifranquistas (maquis) que se les reconozca como miembros del Ejército Republicano

11/10/2008

El homenaje a la guerrilla antifranquista que desde hace dos décadas organiza la asociación la Gavilla Verde en el municipio conquense de Santa Cruz de Moya , al que algunos ya conocen como el Día Mundial del Republicano, fue un clamor contra el olvido que la Ley de la Memoria Histórica ha sometido a todos aquellos que se echaron al monte para luchar contra la dictadura.

Asociaciones de ex guerrilleros de toda España y de republicanos que lucharon contra Hitler en la Resistencia francesa se dieron cita ayer entorno al monumento al guerrillero y exigieron todas a una que el Estado homenajee a los maquis y los reconozca como miembros del Ejército Republicano.

Así lo reclamó el secretario de la asociación Amical del Antics Guerrillers de Catalunya, Lluís Martí Bielsa, ante las cerca de 2.400 personas que acudieron al homenaje. Martí Bielsa solicitó que los guerrilleros, sus enlaces y puntos de apoyo sean reconocidos, por parte del Estado, como “la última expresión del que fuera Ejército Republicano y la equiparación, a todos los efectos, de sus miembros a los combatientes activos de aquel Ejército”.
“Ojalá que antes de que nos muramos todos, los guerrilleros seamos reconocidos como el maquis en Francia y se den los honores que corresponden a todos los compañeros que cayeron en esa larga y desigual lucha contra el franquismo”. Ese fue el deseo de Pepe Navarro (vecino del popular barrio de Benicalap), uno de los varios ex combatientes de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) que viajó a Santa Cruz de Moya desde Valencia.

Las palabras de Navarro recordaron que el maquis español es la única guerrilla antifascista de Europa cuyos miembros todavía no han sido recompensados por su país como luchadores de la libertad. El firme rechazo a esta exclusión de la guerrilla de la Ley de la Memoria Histórica fue el eje central del manifiesto del Día del Guerrillero leído por la actriz Rosanna Pastor y el cuentacuentos Domingo Chinchilla.”Garzón va a tener que inhibirse”

Entre los asistentes a este multitudinario homenaje, el más grande de cuantos se han celebrado, estaba el juez y ex Fiscal General del Estado Eligio Hernández, que representó en el acto a la Fundación Juan Negrín. Hernández, que dirigió la Fiscalía entre 1992 y 1994, señaló que la Justicia española “vive un momento histórico” con las diligencias previas abiertas por el magistrado Baltasar Garzón sobre la investigación de las fosas de desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo.
El jurista recordó que la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882 obliga a los jueces “a actuar de oficio, sin necesidad de denuncia previa, en el momento que conozcan la existencia de una fosa, a investigarla y exhumar los cuerpos”. Por ello, a su juicio, “Garzón va a tener que inhibirse en favor de los jueces de instrucción, que están en la obligación de incoar diligencias e investigar los enterramientos y exhumar los restos”.

La Asociación de Ex-Guerrilleros del País Valenciano, la asociación Amical de Catalunya del Antics Guerrillers Espanyols y la asociación La Gavilla Verde, de Cuenca, anunciaron ayer en la localidad conquense de Santa Cruz de Moya, en el vértice de las provincias de Valencia, Teruel y Cuenca, la creación de un centro documental sobre el maquis y la consideración del Monumento a los Guerrilleros que se levantó en 1991 como Lugar de la Memoria.

En 1949, en el Cerro Moreno, en las inmediaciones de Santa Cruz de Moya, se registró uno de los últimos episodios registrados de la lucha de los maquis en el que fallecieron 11 guerrilleros.

Las tres asociaciones de ex guerrilleros de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Cuenca celebran el Día del Guerrillero en Santa Cruz de Moya el primer domingo de octubre desde 1989. En 1991 levantaron un monumento, obra del valenciano Javier Florén, en memoria de sus compañeros. Ayer reivindicaron que se les reconozca como “la última expresión del Ejército Republicano” y que se les equipare a los militares del Ejército de la II República.

Fuente: EL PAÍS