El magistrado del Tribunal Supremo Adolfo Prego volvió a cargar ayer contra la Ley de Memoria argumentando que “las leyes no ordenan lo que sucede en la historia” y que la historia “debe ser estudiada por intelectuales. No se hace a golpe de ley”.
Prego fue ponente de la resolución del Tribunal Supremo por la que se admitió a trámite una querella por prevaricación del sindicato ultraderechista Manos Limpias contra el juez que decidió investigar las desapariciones durante el franquismo, Baltasar Garzón.